El último suceso se registró el pasado fin de semana, cuando se encontró a dos ciervos enganchados por la cornamenta, los agentes de la Junta confirmaron que llevaban varios días enredados con una madeja de cuerda.
El Servicio de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León insiste en la necesidad de mantener limpias las zonas naturales para evitar los graves perjuicios que provocan los deshechos a la fauna de la zona. Precisamente, el pasado viernes, día 12 de febrero, los celadores recibieron una llamada de un particular que avisaba de las dificultades en las que se encontraban dos ejemplares de ciervo macho en las proximidades del embalse de Úzquiza (Burgos).

Los agentes acudieron al lugar indicado y detectaron a dos ciervos cuyas cornamentas estaban enredadas por una madeja de cuerdas, de las que habitualmente se utilizan en ganadería para atar alpacas de paja. Uno de los ciervos estaba vivo y según las señales, llevaba varios días arrastrando el cuerpo sin vida de su compañero, del que no podía separarse debido a los cordeles que unían sus cuernos.
El ciervo, que había muerto hacía varios días, tenía la mayor parte de su cuerpo devorado por los zorros, lo que llevó al otro ejemplar a refugiarse en la espesa vegetación de un arroyo, muy crecido por las lluvias, una acción muy habitual en animales heridos o moribundos, y de donde fue muy dificultoso sacarlo.
Los agentes del Servicio de Medio Ambiente y el personal técnico del Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de Albillos tuvieron que disparar dardos tranquilizantes al ejemplar vivo, puesto que se encontraba muy nervioso, para poder eliminar las ataduras y liberarlo.
El Servicio Territorial de Medio Ambiente de Burgos recuerda que estos hechos se producen por el abandono de diversos tipos de residuos, incluidos los relativos a actividades agropecuarias como plásticos o cuerdas, y que son responsables de gran parte de los graves daños que sufre la fauna silvestre en las zonas naturales de la provincia.

