La Experiencia de Ganaderos y Expertos se une en una segunda edición del curso que forma a los perros


La Escuela de Tablares, en colaboración con Itagra Formación y la Diputación de Palencia, ha acogido la segunda edición del curso de adiestramiento canino para pastoreo, una iniciativa que continúa atrayendo tanto a ganaderos veteranos como a nuevos participantes interesados en perfeccionar el uso de perros pastores en sus explotaciones. Entre los asistentes de este año se encuentra Nerea del Río, una ganadera de Robladillo que pastorea 700 ovejas con la ayuda de sus tres Border Collies. Nerea, quien repite como alumna en este curso, ha compartido su experiencia y la importancia del trabajo conjunto entre ganadero y perro.


Pero, además de la experiencia de los ganaderos, la visión de los instructores ha sido fundamental para la estructuración del curso y el éxito de la formación. Fernando Gómez, profesor destaca que el objetivo principal es que los participantes entiendan las bases del adiestramiento canino para pastoreo, “paso a paso, desde el inicio hasta el nivel que cada uno pueda alcanzar”. Esta edición cuenta con alumnos que repiten, como Nerea, y nuevos participantes, lo que supone un reto a la hora de estructurar el curso para equilibrar ambos perfiles.


El mismo está cuidadosamente diseñado para que tanto principiantes como ganaderos experimentados puedan avanzar en la educación de los canes. La estructura incluye una clase teórica por la tarde, seguida de sesiones prácticas el día siguiente. Esta combinación de teoría y práctica asegura que los perros y sus dueños tengan la oportunidad de aplicar lo aprendido en un entorno controlado.


“Vamos evaluando a cada perro, observando su nivel, y en función de eso diseñamos ejercicios específicos para cada uno. Intentamos que los participantes siempre sepan cuál es el siguiente paso que deben dar con sus perros”, explica Fernando. Esta metodología ha permitido que todos los alumnos, independientemente de su nivel, logren avances significativos en el manejo de sus perros pastores.


A la hora de adiestrar un perro pastor, la genética juega un papel fundamental. Los Border Collies, por ejemplo, tienen una predisposición genética que los hace más aptos para el trabajo con ganado. “Si uno quiere llegar a un buen nivel con su perro pastor, debe prestar atención a la genética y asegurarse de que el perro proviene de una familia de animales que hayan trabajado en el campo”, aconseja Gómez. Esta es una de las claves que enseña a los alumnos, ayudándolos a entender la importancia de la elección del perro para el éxito en el pastoreo.

esther duque
palencia


La Escuela de Tablares, en colaboración con Itagra Formación y la Diputación de Palencia, ha acogido la segunda edición del curso de adiestramiento canino para pastoreo, una iniciativa que continúa atrayendo tanto a ganaderos veteranos como a nuevos participantes interesados en perfeccionar el uso de perros pastores en sus explotaciones. Entre los asistentes de este año se encuentra Nerea del Río, una ganadera de Robladillo que pastorea 700 ovejas con la ayuda de sus tres Border Collies. Nerea, quien repite como alumna en este curso, ha compartido su experiencia y la importancia del trabajo conjunto entre ganadero y perro.
Pero, además de la experiencia de los ganaderos, la visión de los instructores ha sido fundamental para la estructuración del curso y el éxito de la formación. Fernando Gómez,  profesor  destaca que el objetivo principal es que los participantes entiendan las bases del adiestramiento canino para pastoreo, “paso a paso, desde el inicio hasta el nivel que cada uno pueda alcanzar”. Esta edición cuenta con alumnos que repiten, como Nerea, y nuevos participantes, lo que supone un reto a la hora de estructurar el curso para equilibrar ambos perfiles.
El mismo está cuidadosamente diseñado para que tanto principiantes como ganaderos experimentados puedan avanzar en la educación de los canes. La estructura incluye una clase teórica por la tarde, seguida de sesiones prácticas el día siguiente. Esta combinación de teoría y práctica asegura que los perros y sus dueños tengan la oportunidad de aplicar lo aprendido en un entorno controlado.
“Vamos evaluando a cada perro, observando su nivel, y en función de eso diseñamos ejercicios específicos para cada uno. Intentamos que los participantes siempre sepan cuál es el siguiente paso que deben dar con sus perros”, explica Fernando. Esta metodología ha permitido que todos los alumnos, independientemente de su nivel, logren avances significativos en el manejo de sus perros pastores.
A la hora de adiestrar un perro pastor, la genética juega un papel fundamental. Los Border Collies, por ejemplo, tienen una predisposición genética que los hace más aptos para el trabajo con ganado.  “Si uno quiere llegar a un buen nivel con su perro pastor, debe prestar atención a la genética y asegurarse de que el perro proviene de una familia de animales que hayan trabajado en el campo”, aconseja Gómez. Esta es una de las claves que enseña a los alumnos, ayudándolos a entender la importancia de la elección del perro para el éxito en el pastoreo.
El curso también aborda las diferencias en el manejo de distintos tipos de ganado. Las ovejas, al ser animales gregarios, son las más recomendadas para comenzar el adiestramiento de un perro pastor. “Nos ayudan a enseñar al perro los balances y las direcciones”, comenta Fernando. Una vez que el perro ha aprendido lo básico con ovejas, se le puede introducir a otros tipos de ganado, como cabras o vacas, cada uno con sus propios desafíos. “Las cabras, por ejemplo, tienen conductas diferentes y son menos gregarias, lo que obliga al perro a aprender nuevas técnicas. En cuanto a las vacas, éstas son más difíciles de manejar y suelen ser lo último que un perro debería pastorear, debido a su tamaño y comportamiento”, añade el instructor.
Nerea del Río, que repite como alumna en este curso, no tiene más que elogios para la formación recibida. “Las jornadas han sido muy productivas. Es genial poder reforzar lo que ya sabemos y seguir aprendiendo. Yo sin duda repetiría más formaciones como esta”, comenta. Además, subraya la importancia de la continuidad en este tipo de cursos, sugiriendo que sería beneficioso que los formadores visitaran las explotaciones para personalizar aún más el adiestramiento según las necesidades individuales. El profesor Fernando Gómez también destaca el interés de los alumnos, tanto los nuevos como los que repiten. “Este año hemos tenido dos personas que han repetido, y el resto eran nuevos. Aunque han traído pocos perros, solo cuatro, la gente ha estado muy participativa e interesada. Creo que todos se han ido con buenas sensaciones”, señala.  Para Nerea y muchos otros ganaderos, la formación en el uso de perros pastores es una herramienta esencial para mejorar la eficiencia y el bienestar de sus explotaciones. Este curso, con su enfoque teórico y práctico, es solo el comienzo de una mayor profesionalización en el uso de perros pastores en Palencia y, sin duda, seguirá siendo una iniciativa de gran valor para el futuro de la ganadería local.
esther duque/ palencia


La Escuela de Tablares, en colaboración con Itagra Formación y la Diputación de Palencia, ha acogido la segunda edición del curso de adiestramiento canino para pastoreo, una iniciativa que continúa atrayendo tanto a ganaderos veteranos como a nuevos participantes interesados en perfeccionar el uso de perros pastores en sus explotaciones. Entre los asistentes de este año se encuentra Nerea del Río, una ganadera de Robladillo que pastorea 700 ovejas con la ayuda de sus tres Border Collies. Nerea, quien repite como alumna en este curso, ha compartido su experiencia y la importancia del trabajo conjunto entre ganadero y perro.
Pero, además de la experiencia de los ganaderos, la visión de los instructores ha sido fundamental para la estructuración del curso y el éxito de la formación. Fernando Gómez, profesor destaca que el objetivo principal es que los participantes entiendan las bases del adiestramiento canino para pastoreo, “paso a paso, desde el inicio hasta el nivel que cada uno pueda alcanzar”. Esta edición cuenta con alumnos que repiten, como Nerea, y nuevos participantes, lo que supone un reto a la hora de estructurar el curso para equilibrar ambos perfiles.
El mismo está cuidadosamente diseñado para que tanto principiantes como ganaderos experimentados puedan avanzar en la educación de los canes. La estructura incluye una clase teórica por la tarde, seguida de sesiones prácticas el día siguiente. Esta combinación de teoría y práctica asegura que los perros y sus dueños tengan la oportunidad de aplicar lo aprendido en un entorno controlado.
“Vamos evaluando a cada perro, observando su nivel, y en función de eso diseñamos ejercicios específicos para cada uno. Intentamos que los participantes siempre sepan cuál es el siguiente paso que deben dar con sus perros”, explica Fernando. Esta metodología ha permitido que todos los alumnos, independientemente de su nivel, logren avances significativos en el manejo de sus perros pastores.
A la hora de adiestrar un perro pastor, la genética juega un papel fundamental. Los Border Collies, por ejemplo, tienen una predisposición genética que los hace más aptos para el trabajo con ganado. “Si uno quiere llegar a un buen nivel con su perro pastor, debe prestar atención a la genética y asegurarse de que el perro proviene de una familia de animales que hayan trabajado en el campo”, aconseja Gómez. Esta es una de las claves que enseña a los alumnos, ayudándolos a entender la importancia de la elección del perro para el éxito en el pastoreo.
El curso también aborda las diferencias en el manejo de distintos tipos de ganado. Las ovejas, al ser animales gregarios, son las más recomendadas para comenzar el adiestramiento de un perro pastor. “Nos ayudan a enseñar al perro los balances y las direcciones”, comenta Fernando. Una vez que el perro ha aprendido lo básico con ovejas, se le puede introducir a otros tipos de ganado, como cabras o vacas, cada uno con sus propios desafíos. “Las cabras, por ejemplo, tienen conductas diferentes y son menos gregarias, lo que obliga al perro a aprender nuevas técnicas. En cuanto a las vacas, éstas son más difíciles de manejar y suelen ser lo último que un perro debería pastorear, debido a su tamaño y comportamiento”, añade el instructor.
Nerea del Río, que repite como alumna en este curso, no tiene más que elogios para la formación recibida. “Las jornadas han sido muy productivas. Es genial poder reforzar lo que ya sabemos y seguir aprendiendo. Yo sin duda repetiría más formaciones como esta”, comenta. Además, subraya la importancia de la continuidad en este tipo de cursos, sugiriendo que sería beneficioso que los formadores visitaran las explotaciones para personalizar aún más el adiestramiento según las necesidades individuales. El profesor Fernando Gómez también destaca el interés de los alumnos, tanto los nuevos como los que repiten. “Este año hemos tenido dos personas que han repetido, y el resto eran nuevos. Aunque han traído pocos perros, solo cuatro, la gente ha estado muy participativa e interesada. Creo que todos se han ido con buenas sensaciones”, señala. Para Nerea y muchos otros ganaderos, la formación en el uso de perros pastores es una herramienta esencial para mejorar la eficiencia y el bienestar de sus explotaciones. Este curso, con su enfoque teórico y práctico, es solo el comienzo de una mayor profesionalización en el uso de perros pastores en Palencia y, sin duda, seguirá siendo una iniciativa de gran valor para el futuro de la ganadería local.


El curso también aborda las diferencias en el manejo de distintos tipos de ganado. Las ovejas, al ser animales gregarios, son las más recomendadas para comenzar el adiestramiento de un perro pastor. “Nos ayudan a enseñar al perro los balances y las direcciones”, comenta Fernando. Una vez que el perro ha aprendido lo básico con ovejas, se le puede introducir a otros tipos de ganado, como cabras o vacas, cada uno con sus propios desafíos. “Las cabras, por ejemplo, tienen conductas diferentes y son menos gregarias, lo que obliga al perro a aprender nuevas técnicas. En cuanto a las vacas, éstas son más difíciles de manejar y suelen ser lo último que un perro debería pastorear, debido a su tamaño y comportamiento”, añade el instructor.


Nerea del Río, que repite como alumna en este curso, no tiene más que elogios para la formación recibida. “Las jornadas han sido muy productivas. Es genial poder reforzar lo que ya sabemos y seguir aprendiendo. Yo sin duda repetiría más formaciones como esta”, comenta. Además, subraya la importancia de la continuidad en este tipo de cursos, sugiriendo que sería beneficioso que los formadores visitaran las explotaciones para personalizar aún más el adiestramiento según las necesidades individuales. El profesor Fernando Gómez también destaca el interés de los alumnos, tanto los nuevos como los que repiten. “Este año hemos tenido dos personas que han repetido, y el resto eran nuevos. Aunque han traído pocos perros, solo cuatro, la gente ha estado muy participativa e interesada. Creo que todos se han ido con buenas sensaciones”, señala. Para Nerea y muchos otros ganaderos, la formación en el uso de perros pastores es una herramienta esencial para mejorar la eficiencia y el bienestar de sus explotaciones. Este curso, con su enfoque teórico y práctico, es solo el comienzo de una mayor profesionalización en el uso de perros pastores en Palencia y, sin duda, seguirá siendo una iniciativa de gran valor para el futuro de la ganadería local.

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