
El próximo sábado 17 de diciembre se celebrará en Balisa, la décima edición de la representación de nuestro Belén Viviente, que empieza a ser un clásico en la Navidad segoviana a partir de las seis de la tarde.
El pueblo de Balisa es un lugar idílico. En la actualidad es difícil encontrar un pueblo que siga manteniendo el sabor a pueblo de antaño, gracias en parte a sus calles sin asfaltar, sus rincones con memoria de un pasado, que dan como resultado una puesta en escena inmejorable, ambientada por sus actores con ropajes de época, que hacen de este Belén Viviente una cita más que recomendable en Navidad.
Esta escenificación gratuita y para todos los públicos, se desarrolla en las diversas calles de este pintoresco pueblecito de la provincia, que cuenta con tan solo cuarenta vecinos, comprometidos todos ellos en mejorar cada año el acto teatral.
En 2005 se realizó el primer Belén Viviente al objeto de festejar la Navidad y sin ser conscientes de la repercusión que tras diez años de representación ha conseguido. Las escenas en aquel inaugural Belén iban acompañadas por villancicos interpretados por el Coro de San Juan de la Hoz de Valisa con “V”, rememorando así el originario nombre de este pueblo. Muchas cosas han cambiado en estos años, pero la ilusión con la que los vecinos afrontan este evento no ha cambiado.
En sus casi dos horas de representación, quienes nos visiten revivirán la historia del nacimiento de Jesús a través de una joven de Nazaret elegida para engendrar al hijo de Dios. Comenzaremos en la iglesia del pueblo, donde además de explicar a los asistentes como se desarrollará la escenificación, también se proyectará una presentación con imágenes de otros años. Seguidamente nos desplazaremos a la primera escena; la anunciación del mesías, donde se le aparecerá el Ángel a la Virgen María, siguiendo con la escena de la Visitación, así como otras donde se revivirán los oficios de las gentes de aquella época: lavanderas, carpinteros, herreros, panaderos, hilanderas, pastores, mercaderes, incluyendo este año la escena de la Taberna, donde los visitantes podrán degustar el “vino de caná”. Más o menos a mitad de la representación teatral, se visitará el mercado, donde además de disfrutar de varias escenificaciones, se podrá degustar dulces típicos y otras delicatesen que ayudarán al espectador a matar el gusanillo. No podemos olvidarnos de una de las escenas más bonitas de este Belén, que no es otra que la visita de los Reyes Magos a la casa de Herodes, así como la de La Posada, hasta finalizar, como no puede ser de otra manera, en el Portal de Belén, donde los Reyes Magos de Oriente guiados por la estrella de Belén, ofrecerán al niño los tradicionales oro, incienso y mirra, además de un poco de leche recién ordeñada, que a buen seguro sabrá agradecer el niño Jesús.