“En 50 años nos hemos convertido en un Centro Integral de Ingenierías Verdes”

JOAQUÍN NAVARRO HEVIA DESTACA COMO EL DESARROLLO DE LA ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE I. AGRARIAS HA PERMITIDO QUE SE CONVIERTA EN LA ÚNICA INFRAESTRUCTURA DE REFERENCIA ESTATAL QUE HA COLOCADO A UNA PROVINCIA COMO PALENCIA EN EL MAPA DE LA INVESTIGACIÓN MUNDIAL

Aunque el origen real, histórico, de la formación en Ingeniería Agrícola y Forestal en Palencia se remonta a 1892, con la creación Finca Ampelográfica y la Granja Experimental. Los estudios, en su desarrollo universitario, comienzan de manera oficial en 1972 en la Plaza de los Juzgados y se desarrollan hasta la actualidad donde se han convertido en un centro de referencia estatal en el conocido como ‘Edificio Verde’ . Cuando se cumplen 50 años de su puesta en marcha, analiza su pasado, presente y futuro, su actual director, Joaquín Navarro, actual director de la Escuela de Ingenierías Agrarias, doctor Ingeniero de Montes, que ha centrado su trayectoria en la enseñanza universitaria, y en la investigación en bosques y el agua, así como en la restauración de áreas degradadas, pertenece a la Sociedad Española de CIencias Forestales, entre otras.


¿Cómo se ha vivido la evolución de la Escuela?
Llegué hace 34 años. Pero lo hice cuando ya estaba ubicada en el lugar actual la ETSIIAA, Mucho antes, en 1972, se estudiaba en los edificios que ahora ocupa la Diputación de Palencia. Pero hay que recordar que en sus inicios con titulación oficial Ingeniería Técnica Agrícola y prácticamente hasta su llegada al Campus de la Yutera no se implantó el de Ingeniería Técnica Forestal en 1988.


Es entonces cuando se comienza a tener más volumen de alumnado, que viene acompañada también de una riada de profesores de formación forestal que complementan la formación agrícola que existe


En ese momento, directores como Fernando Franco o Manuel Betegón, entre otros, trabajan intensamente para traer un título superior a la provincia y lo lograron. Primero con el de Ingeniero de Montes y posteriormente se logró el de Ingeniero Agrónomo y posteriormente el de Industrias Agrarias y Alimentarias y en los años 90 el de Enología. Celebramos también este año el 25 de su consecución.


Tras todo este proceso, se pasó de ser una Escuela exclusivamente agrícola a ser una institución que ofrece una formación integral en ingenierías verdes.


Podemos decir que Palencia tiene uno de los centros más importantes de las ingenierías verdes, porque tiene todas las especialidades, y eso se da en pocos sitios. Si en algunas universidades, pero no en un único centro. Por ejemplo, en la Politécnica de Madrid se imparten todas las materias pero están en lugares separados. Pero aquí confluyen junto con la Enología generando un centro muy importante desde el punto de vista desarrollo agrario, agroalimentario, enológico, forestal y ambiental.


Todo ello ha generado una gran riqueza de incorporación de investigadores, proyectos, o ha dado lugar a la Creación de Gestión Forestal Sostenible, y la creación de ocho grupos de Investigación reconocidos por la Universidad de Valladolid que tienen un prestigio internacional (con gran impacto en publicación de artículos, entre otros).


¿Qué supone para Palencia, como provincia, todo lo que acabas de explicar?
Teniendo en cuenta que han pasado por la Escuela 46.000 estudiantes, y salen una media de 900 titulados al año y 159 titulados en cada curso que hoy ocupan puestos de responsabilidad en las administraciones públicas, (como consejerías de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural o la de Fomento y Medio Ambiente, o la DIputación de Palencia, entre otras), en empresas, etc. Su importancia es vital.


Nosotros hemos contribuido a generar un elenco de profesionales que hoy toman muchas decisiones en el presente y futuro de la tierra y que tienen una proyección internacional muy grande porque a través de los programas ERASMUS, y luego contratados en países como Finlandia, Holanda, Australia, han llevado el nombre de Palencia a muchos rincones del mundo. A nivel nacional, aunque está mal decirlo, estamos entre las tres escuelas más importantes agroforestales.


Por otro lado, al Campus vienen investigadores internacionales a los programas que ofrecéis aquí, ¿por qué?

Porque a parte de los programas profesionalizantes, tenemos másteres de especialización. Hay uno de Calidad y Alimentos con un impacto nacional muy importante. Siempre está lleno. Otro de Gestión Forestal Sostenible y Tratamiento de Datos (DataForest) con una relevancia fundamental también, y otro Internacional, perteneciente al Erasmus Mundus, de Gestión Forestal Sostenible, que nos permite incorporar alumnos de latinoamérica, Vietnam, Camboya, Jamaica, Nigeria, Alemania, Francia… Esto hace que se multiplique el reconocimiento de la Escuela.


Tenemos alumnos que vienen al semestre internacional forestal y luego repiten y realizan el de Data Forest. Eso es porque se fidelizan a Palencia y a todas sus enseñanzas.


Sin embargo, es necesario realizar una campaña como la presentada en rueda de prensa recientemente para dar a conocer el trabajo que se realiza entre la sociedad castellano y leonesa y atraer nuevos alumnos, ¿a qué se debe?
El esfuerzo que se hace en publicitar o expresar lo que se realiza aquí es muy grande. En la prensa tenemos mucha presencia. Pero en el mundo hay una tendencia a abandonar el mundo rural y natural. No es algo que ocurra sólo en España, en la denominada ‘España Vaciada’. En todos los países se han buscado horizontes mejores, una vida mejor, porque en el campo la vida es muy dura, y se emigra a las ciudades donde hay un tejido industrial y mas comodidades. Esto afecta a los estudios que ofrecemos.


A esto se suma que los títulos de la ETSIIAA no tienen la fama de los de Ingenieros Industriales, Médicos, Abogados… Los nuestros son muy vocacionales. Cubrimos una parte pequeña de la población universitaria y en este sentido queremos darnos más a conocer, sobre todo entre los más jóvenes.


En esa labor trabajamos en la Olimpiada Agroalimentaria, Agroambiental y Forestal, por la que ya han pasado un millar de estudiantes (estamos en la octava edición) y con la que se pretende es que conozcan la escuela y el impacto que se logra con el trabajo que realizamos en el centro.


Aunque son títulos que tienen poco predicamento en este momento son y van a ser necesarios porque ‘afortunadamente’ comemos todos los días. La guerra de Ucrania fue un aviso de que no somos nadie sin el sector agroalimentario. Nos hemos acostumbrado a vivir de terceros y eso no funciona siempre, necesitamos gestionar bien nuestros bosques, nuestras tierras de cultivo, y para eso necesitamos muchos profesionales, muchos.


En esta línea, por ejemplo, destaca la gestión de los bosques en Soria, donde apenas se producen incendios, y lo sucedido en la Sierra de la Culebra, ¿qué diferencia unos territorios de otros y qué importancia tenéis vosotros?
Este es el ejemplo más claro de que los incendios en España se pueden evitar. Soria no está en un lugar diferente del resto de provincias pero tiene unas masas forestales que vienen siendo tratadas y explotadas tradicionalmente de una manera sostenible que son la riqueza de los pueblos y sus habitantes. A ellos no les interesa que eso se les queme y no se quema.


Mientras que en otros sitios donde la naturaleza ha sido mucho más castigada y donde la gestión del territorio ha sido menos adecuada y ha habido una sobreexplotación del medio, agotando los bosques que existían, pero por necesidad, porque hacían falta otros recursos, y la costumbre del tratamiento de los medios son diferentes y eso afecta. Si a esto le sumas a poblaciones compuestas por población envejecida donde la maleza se les echa encima, o donde necesitas pastos para el ganado. Y donde tradicionalmente se empleaba el fuego. Eso está inmerso en la cultura, y se sigue empleando el fuego para limpiar los montes.


Entonces, hay que tener en cuenta que en un 60 por ciento los incendios o son provocados por el hombre o corresponden a descuidos.
Pero si conseguimos masas forestales, para lo que hay que esperar décadas, a veces hasta siglos, porque los árboles no crecen tan rápido como el trigo. Si somos capaces de esperar. Cuando recibamos los beneficios los vamos a cuidar.

Para eso, ¿pon un ingeniero en tu vida?
Sí. Esa sería la frase. Yo diría. Pon un ingeniero forestal o agrícola. Y lo que ofrecemos en este centro es precioso. Porque tenemos en este centro desde el profesional que se dedica a los cultivos, al ganado, etc. Cuando termina el medio rural, comienza el forestal, y allí tienes al que te ayuda a gestionar todo eso. Pero es que además, tenemos títulos mixtos, por lo cual un estudiante tiene un conocimiento del territorio que poca gente va a tener. Entonces se logra combinar un sector con el otro y desarrollar medidas medioambientales que antes eran como un adorno y ahora son una obligación a través, por ejemplo, de la PAC Verde.


Después tienes esos cultivos que están en la ‘interfase’ como son los viñedos que están entre la zona de cultivo como la forestal que son fundamentales ya que son extraordinarios cortafuegos.


Está demostrado que como entre las cepas no crece maleza, es un terreno limpio, el fuego no prospera.


Con lo cual la Enología, la Ingeniería Forestal, la Ingeniería Agrícola, está unida para tener un paisaje bien ordenado, gestionado, y dar a los ‘urbanitas’ todo lo que necesitan. De alguna manera, el medio agrario y forestal es el soporte de todo el desarrollo económico que va detrás.


Como sociedad nos fijamos en la Industria, las empresas fuertes, en compañías de servicios, grandes bancos… Pero los que dan de comer, los que generan los espacios de ocio y de recreo, son los que gestionan el territorio rural y natural.


¿Cómo van a reflejar esta importancia de la ETSIIAA en los actos de su 50 aniversario?
Tras la celebración de la feria que ha sido un éxito y de recibir la Medalla de la Ciudad de Palencia, que es un honor, también haremos un reportaje audiovisual de 60-90 minutos que se convierta en el libro que relate lo que ha sido la escuela en sus últimos 25 años ya que existe uno previo de los anteriores.


Para finalizar, el 26 de mayo se organizará un evento especial con todos personajes ilustres, egresados y estudiantes, para celebrar el aspecto más académico.


Esto completa todo lo que se está desarrollando durante todo el año y que se lleva a cabo en la Escuela. El 7º marzo agroforestal, el márchamo del 50 aniversario, por ejemplo, la plantación de arbolado, charlas de colegios profesionales, charla de plantas aromáticas que fue un éxito, enología, entre otras.


Además, tenemos una exposición de setas liofilizadas que se inaugurará en breve, que permite disfrutar de la micología durante todo el año preparado con la Cátedra del área. No sólo estacionalmente.


Tras esta evolución de 50 años, ¿qué está por venir?
Viene una revolución. En estos dos últimos años he sentido mucha esperanza. En estos dos años he visto la entrada de profesores nuevos que están mostrando al alumnado nuevas vías y con proyectos de investigación muy potentes. Profesionales que vienen de otros centros o universidades que nos van a dar el relevo y que creo que van a catapultar la ETSIIAA.
Pero además, la Escuela se va a visualizar de una manera muy clara y Palencia con él sobre todo por el nuevo Grado de Ciencias Gastronómicas. Cuando las personas se pregunten, ¿Dónde estudiar? Solo habrá dos nombres: el Basque Culinary Center, o en Palencia. Nosotros con unos precios públicos y con profesionales muy competentes vamos a dar la oportunidad en este territorio de que las personas puedan estudiar aquí o de que vengan nuevas personas a estudiar en la provincia. Seguimos generando este efecto imán.


Por otro lado, estamos trabajando muy intensamente en otro proyecto que es el Grado en Biotecnología Agroalimentaria y Agroambiental. Palencia con su sector agroalimentario y con su capacidad ambiental, si trae un título de pura investigación y desarrollo el apoyo que podemos dar a todo el tejido (en variedades de cultivo, en control o disminución de alergias, conservación y conservación de productos, entre otros) será muy significativo.
Son títulos de futuro. Pase lo que pase, el futuro está en tener biotecnólogos. Y eso implica que Palencia y la Universidad de Valladolid tiene que tenerlos y tiene que ser referente. Esto va a maridar muy bien con todas las tecnologías verdes.
Además, este Grado se caracteriza por la atracción de talento. Porque los alumnos de biotecnología son muy exigentes. Son personas que quieren estar en los laboratorios, desarrollando lo más novedoso, y eso va a ser una gran inyección de progreso y creceremos muchísimo.


¿Dónde nace la creación del Grado de Ciencias Gastronómicas?

Se trata de un título interuniversitario que se desarrolla en paralelo con la Universidad de Burgos y la de León. Se ha elegido Palencia porque aquí tenemos un título como es el de Ingeniería de Industrias Agrarias y Agroalimentarias y un área de Tecnología de los Alimentos que puede acometer los retos que vienen asociados a la docencia del nuevo grado.
Alguna asignatura se cursará en Valladolid, pero el 85% de la docencia será en la capital. Para lo que se realizará una inversión en la propia Escuela.


Esto significa vida para la capital y la provincia. Tenemos un instituto como el Virgen de la Calle o el CETECE (Centro Tecnológico de Cereales) que tiene varios títulos que pueden beneficiarse.


Si generamos un ecosistema entre todos que es donde tenemos que ir a colaborar Palencia tiene mucho que ofrecer. Además, dispone de ventajas que cada vez se van a valorar más.


La ciudad tiene una escala amable donde puedes vivir, donde el tiempo cunde, los servicios están y no están colapsados, donde existe seguridad alimentaria(algo muy valorado por los alumnos internacionales).


Ofrecemos condiciones de vida espectaculares que no valoramos muchas veces.


La educación, además, se tiene que adaptar a los cambios normativos y a la evolución y especialización en cursos de grado y postgrado única que hace que estas titulaciones de las que hablas adquieren relevancia, ¿cómo es el proceso de adaptación a Educación y a la sociedad?
Creo que la Universidad de Valladolid tenía que ser más ambiciosa, que lo es. Pero hay títulos que se llenan, como Farmacia o Biotecnología. Pero tenemos que traer otros como Biología. ¿Por qué no tenemos en la UVa especialidades como esta? Tenemos que pelear y enriquecer el territorio generando las oportunidades, permitiendo que las personas puedan elegir, y lo hagan teniendo a Palencia como escenario de sus objetivos.


¿Cómo invitamos a los jóvenes a estudiar en Palencia y a unirse a celebrar el 50 aniversario?

Hemos tenido el honor de la distinción de la Medalla de Oro de la ciudad por los 50 años de la escuela. Ese mismo día, el día 4, traeremos al ballet de la UVa para que el público palentino pueda disfrutar de lo que se hace en la Institución.
Queremos seguir abiertos a los alumnos y ahora el 5 de mayo esperamos que toda la sociedad se una a la Feria y los actos organizados para festejar este aniversario. Es esencial dar visibilidad a quienes somos y ese es nuestro objetivo.

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