
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas implementa una metodología novedosa para aumentar la temperatura en puntos localizados con cámaras específicas que incluyen un sensor que registra datos cada media hora
Para celebrar el Día Mundial contra la Desertificación y la Sequía, Fundación Global Nature pone en valor proyectos como LIFE Soria
ForestAdapt que investiga cómo fortalecer los bosques que hoy tenemos y evitar su pérdida
Con un perímetro de metacrilato que funciona como invernadero, se consigue aumentar la temperatura (unos 2 o 3º), para simular el efecto del cambio climático. En el interior de estas cámaras de elevación de temperatura se integra un sensor de temperatura y humedad que registra los datos cada media hora. De forma periódica se toman muestras del estado y evolución de determinadas especies estratégicas situadas en su interior. Es parte, simplificada, de la metodología que por primera vez el Real Jardín Botánico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) implementa en España fuera de sus instalaciones y que permitirá predecir lo que ocurrirá a consecuencia del cambio climático en 50 años en nuestros bosques para tratar, justamente, de evitar que ocurra.
En el Día Mundial contra la Desertificación y la Sequía, que se celebra el 17 de junio, Fundación Global Nature quiere poner en valor la importancia de cuidar y gestionar los bosques que ya tenemos para evitar su desaparición. La desertificación se debe a la vulnerabilidad de los ecosistemas, por lo tanto, fortalecer los existentes es una herramienta necesaria de prevención. Los bosques prestan innumerables servicios ecosistémicos y son escudos naturales frente a amenazas como el cambio climático.
LIFE Soria ForestAdapt, que coordina Fundación Global Nature, pretende aumentar la resiliencia de los bosques del sur de Europa frente al cambio climático. Para ello, trata de conocer cómo afecta el cambio climático en nuestros bosques y así adaptar el manejo que se hace de ellos para hacerlos más resilientes. La técnica de simulación aplicada junto al CSIC ha tenido resultados muy prometedores en los espacios donde se ha aplicado, lo que ha llevado a su elección como método de estudio de los bosques sorianos.
Se han instalado 18 estaciones de seguimiento en seis bosques de la provincia que estarán durante todo el tiempo que dura el proyecto, tres años.
Las especies vegetales elegidas para este estudio son briofitos, principalmente hepáticas, que sufren modificaciones de forma mucho más acelerada que otras como árboles y arbustos, por ello son las que nos anunciarán los cambios futuros y permitirá avanzar qué medidas posibilitarán tomar decisiones de gestión de nuestros montes para adaptar nuestras masas forestales y ayudarles a sobrevivir.
Para el estudio se han seleccionado bosques con dos tipos de especies dominantes: sabinares (Juniperus thurifera) y robledales (Quercus pyrenaica), especies de crecimiento lento y muy presentes en la provincia de Soria en la sierra de la Cebollera, Moncayo, Balonsadero, Cañón del Río Lobos y Finca el Enebral. El Real Jardín Botánico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) es la entidad a la que se ha confiado este estudio y sus conclusiones.
Son plantas no vasculares, de rápido desarrollo y muy sensibles a las alteraciones de sus hábitats. Son vegetales con ciclos de vida cortos, en comparación a las plantas vasculares y en concreto a las especies arbóreas objeto de estudio en este proyecto. Es por ello que se han elegido para estudiar su comportamiento en espacios controlados y ver su afección a diferentes cambios y exposiciones climatológicas controladas. Los resultados nos darán, en poco tiempo, una posible tendencia de evolución extrapolable al resto del bosque donde se encuentran.
